c, vitamina 235
C, vitamina Sustancia orgánica, cristalina, de fórmula C6H806, también llamada ácido ascórbico o principio antiescorbútico. Es una de las principales vitaminas hidrosolubles que el hombre debe ingerir en su dieta alimenticia, ya que es incapaz de sintetizarla por sí mismo. Aunque su papel parece ser el de intervenir en la formación y conservación de un componente principal del tejido conectivo, el colágeno*, todavía es dudoso que sea ésta su única o principal función. Así pues, la vitamina C parece actuar como cofactor en la hidroxila-ción enzimática de los residuos de prolina del colágeno (sustancia proteica que se encuentra a modo de
Tipos de cabello: 1. Lacio; 2. Ondulado; 3. Rizado; 4. Lanosos en toisón; 5. Lanosos en escoba; 6. Lanosos en grano de pimienta.
Microfotografia de los cristales de vitamina C o ácido ascórbico.
cemento intercelular del tejido conectivo) para formar residuos de 4-hidroxiprolina. La incapacidad de sintetizar colágeno da como resultado un retardo en la curación de las heridas. El ácido ascórbico interviene también en el metabolismo de determinados aminoácidos*, y es necesario para la conversión de la forma inactiva del ácido fólico en vitamina activa o ácido folínico (v. b, complejo). Además, favorece la absorción del hierro. La absorción de la vitamina C tiene lugar en el segmento superior del intestino delgado, desde donde se incorpora a la sangre para llegar a los tejidos, en especial los de las suprarrenales, hipófisis, cerebro, páncreas, hígado, riñon y bazo. En general, la mayoría de frutas y verduras constituyen fuentes alimentarias de vitamina C, destacando en este sentido los agrios (naranjas, limones), fresas, melón y ciertas hortalizas de consumo en crudo. De todas las vitaminas, es la menos resistente al calor, a la oxidación, a la deshidrata-ción y al almacenamiento. El hombre necesita de 50 a 100 mg diarios de vitamina C.